DANDYS Y CÍNICOS

Bailando los ojos «gratis» en el festival de cine de la UNAM

Con unos churros comenzó este festival de cine para el cronista y con unas cervezas y una noticia triste terminó la primera aventura con terrícolas de Cuarta Transformación del FICUNAM.

Por José Antonio Monterrosas Figueiras

Churros FICUNAM «y aguados», expresa el crítico de cine Jorge Grajales.

Con unos churros en la mano comenzó mi aventura del FICUNAM número 9, el pasado jueves 28 de febrero, después de un acto protocolario alrededor de las siete de la noche y luego de la proyección de una película de ciencia ficción llamada High Life, de Claire Denis, que dividió opiniones entre críticos y no tanto, ya que algunos adoraron la historia y otros más se irritaron mucho por el tiempo perdido en las sala de cine, que hasta ganas les dio de dejar la butaca a mitad de la función.

High Life, leo en algunas reseñas, es la historia que interpreta Robert Pattinson a lado de la ya veterana Juliette Binoche, sobre un prisionero expulsado de la tierra rumbo a un hoyo negro y una mujer científica ex presidiaria abordo de esa misión. En el filme con influencias de Tarkovsky y Cronemberg, dicen los que saben, estos dos actores se vuelven a encontrar, ya habían participado juntos en una película del último mencionado llamada Cosmópolis. “Ésta es tu segunda película con Juliette Binoche, y vuelves a tener escenas eróticas con ella…”, le preguntan a Pattinson y responde: “Es divertido, porque una de mis películas favoritas de adolescente era Les amants du Pont-Neuf, de Leos Carax, así que de pronto estar haciendo una escena de sexo con Juliette es como cumplir una vieja fantasía”. Eres tremendo ex Harry Potter.

Mientras corría la película de la francesa setentona en el Centro Cultural Universitario, mejor conocido como Cultisur —es que está a unos kilómetros del centro comercial Perisur—, me encontré al investigador de cine Jorge Grajales, con quien platiqué largo y tendido, mientras otros querían huir de la sala de cine. Conversamos como es obvio sobre cine y el cine en tiempos de Cuarta Transformación, además del problema que puede provocar el que ahora en este festival sean gratuitas todas sus actividades. “Tendremos que venir con sleeping a las 5 de la madrugada para tener boletos de la función de las once”, me dice irónico y luego un tanto molesto por no haber alcanzado un programa de mano durante la inauguración porque se acabaron, «¡caray, cómo puede seeer!». La verdad es que es de llamar la atención que un crítico e investigador de cine tan profesional, como lo es Grajales, no tenga un sitio asegurado en el FICUNAM ni un programita de actividades. Él siendo tan modesto y amante de la libertad, prefiere no tener ningún tipo de compromiso por eso no solicita ni gafete —ah pero ya ni hay gafetes porque todo es gratis, baia baia.

Aproveché para preguntarle sobre qué pasará con su maratón nocturno de cine alternativo que desde enero no se realiza en el Centro Cultural José Martí, pero ni él mismo sabe para cuándo se reactivará. Recuerdo que a finales de 2013, la Secretaria de Cultura Lucía García Noriega del —en ese tiempo— Distrito Federal gobernado por Gabriel Mancera, le avisó a Grajales a unas cuantas horas del siguiente maratón fílmico —que tendría como título “Peor imposible: Lo mejor de lo peor del cine”—, que el «cineclub» ya no podría continuar. Esperemos que no intenten lo mismo en estos tiempos «Morenos», porque nos iremos a parar a la casa del Secretario de Cultural, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, y de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y hasta la del tlatoani Andrés Manuel López Obrador con funciones de permanencia voluntaria nocturnas y “gratuitas” —como el FICUNAM—, con una rico surtido de cine z, mexplotación, bollywood, de cine fantástico checo, cine asiático y videohomes mexicanos con Jorge Goyri. Además, ya sabemos que el presidente de México ronca a las 9 de la noche y que no ha visto Roma de Cuarón, y que ni le llamó por teléfono para felicitarlo por su triunfo en el Oscar, ya que «se duerme temprano».

High Life, leo en algunas reseñas, es la historia que interpreta Robert Pattinson a lado de la ya veterana Juliette Binoche, sobre un prisionero expulsado de la tierra rumbo a un hoyo negro y una mujer científica ex presidiaria abordo de esa misión. En el filme con influencias de Tarkovsky y Cronemberg, dice los que saben, estos dos actores se vuelven a encontrar, ya habían participado juntos en una película del último mencionado llamada Cosmópolis. “Esta es tu segunda película con Juliette Binoche, y vuelves a tener escenas eróticas con ella…”, le preguntan a Pattinson y responde: “Es divertido, porque una de mis películas favoritas de adolescente era Les amants du Pont-Neuf, de Leos Carax, así que de pronto estar haciendo una escena de sexo con Juliette es como cumplir una vieja fantasía”. Eres tremendo ex Harry Potter.

Después de los churros.

Después de los churros del FICUNAM, vino una fiesta en el bar La Bipolar de San Ángel en la que se reunieron cineastas progre —o progres (dixit Roger Koza, ex moderador de la Crítica Permanente del FICUNAM)— que van a Cannes, productores de cine refulgentes, uno que otro periodista y críticos de cine que sólo quieren bailar con hermosas actrices, así como gestores de cultura y cine, Et Al, que no paran de hablar de la película Roma, de Cuarón, la cual prácticamente está ausente en este evento fílmico, sino fuera por una charla que organiza Paula Astorga, en su Seminario el Público del Futuro con la  mesa «Hablemos de Roma”, donde estarán Peggy Johnson, de The Loft Film Fest; Scott Johnson, periodista y escritor estadounidense; Viviana Garcia Besné, directora del Baticine, entre otros. Yo creo y dirán que qué me importa, pero en esa charla debieran estar los críticos de cine Felipe Coria o Jorge Ayala Blanco, que bien conocen a Alfonso Cuarón cuequero. La charla será en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo a las cuatro de la tarde, el miércoles 6 de marzo. Agregar que es de llamar la atención que la ex directora del monumental —ya finado— FICCO, tenga un regreso al FICUNAM ahora que su aprendiz Eva Sangiorgi ya no está al frente de este festival de cine de la UNAM. Me recuerda Astorga en la conferencia de prensa del FICUNAM, sucedida hace algunas semanas en el Centro Cultural Universitario, que lo último que hizo antes de este Seminario en el FICUNAM, fue durante las primeras ediciones siendo jurado. Yo le digo que podría ser la directora de éste para el siguiente año como un acto de justicia de todo lo aprendido por Eva Sangiorgi en el festival que ella fundó (el FICCO, repito), pero sólo se limita a decirme que mejor así y que prefiere continuar ayudando a sus amigos, porque prácticamente Distrital, el último festival que ella dirigió y creó, ya no existe. ¡Larga vida al Seminario el Público del Futuro!

La películas y canciones que faltaron en la fiesta del FICUNAM.

La fiesta va tomando su rumbo mientras que en las pantallas que rodean el primer piso de La Bipolar, alternan fragmentos de las películas del Santo y programas de FOX deportes, en el que vemos al actor y luchador Latin Lover parodiar su papel en la película de Cuarón, ganadora de mejor dirección, fotografía y película extranjera en el Oscar 91, sucedido apenas el domingo tricolor, 24 de febrero. Latin Lover de Sabadazo a Domingazo en el Oscar 91, ¡bien ahí! Alguien va subiendo las escaleras, me mira y me dice: “¿qué tal la Cuarta Transformación?”, es David Dávila director del documental dedicado a la cultural musical muy mexicana del High Energy Discolocos que ahora anda desarrollando nuevas aventuras fílmicas acerca del movimiento Sonidero de este país. La labor de David en sus documentales es la de casi un periodista gonzo, pues se sumerge en los temas de manera participativa, como lo podemos ver en Discolocos a lado del Dios del High Energy Pascal Langiraud, el cual se estrenó en el 2017, dentro del Festival Mix.

Nuevas y renovadas aventuras está construyendo David, quien estudió cine en la Universidad Iberoamericana, sobre todo ahora que “renació” después de haber llegado al más terrible y oscuro infierno vivido en el 2018, por culpa de las drogas duras que se metía en su cuerpo. Le recuerdo aquel momento que vi en Facebook en el que él mismo con la cara pintada, anunciaba bajo la lluvia, el desgaje del Tepozteco como una señal del Apocalipsis. David ahora ríe un poco sobre lo sucedido con ese homenaje a Orson Welles y su “Guerra de los mundos”. Entre todo lo que conversamos precisa expresarme que la música para él es fundamental en su carrera como novel documentalista. Así que esperemos películas sensacionales de cultural musical popular mexicana y de otros rincones del mundo, pues no se me olvida lo que él dijo hace dos años, en la presentación de su primer largo documental: “¡quién no sabe bailar, no sabe pensar!” El hijo de Chico che y Sonido La Changa, entre otros, seguro aparecerán en esos bailes intelectuales fílmicos de David Dávila.

Adiós a la actriz Christian Bach, que descanse en paz.

La fiesta siguió avanzando, las cervezas se fueron acabando, los meseros comenzaron a levantar las mesas y sillas. Un colega se apiada de mí para darme un aventón al cuarto de servicio donde duermo en Coyoacán, pues ahora resido en una ruina tropical llamada Cuernavaca. Me siento como Cleo en película de Cuarón y con el corazón en blanco y negro, pues apunto de echarme a la colchoneta, rodeado de cajas de libros y revistas, miro el celular y una nota de “última hora” que dice: «Murió la actriz argentina Christian Bach a los 59 años de un paro respiratorio». Una foto de cuando era joven y bella ilustra la nota. Recuerdo los años ochenta y noventa cuando ella salía en las telenovelas del canal dos a lado de Humberto Zurita, su esposo. También los comerciales de lencería o de pisos Interceramic. Cada vez estamos más solos.

¡Ayúdanos Yalitzia Aparicio! 

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