CINISMO MORAL
Perdidos en el espacio
La colaboración de la institución religiosa que en al menos cinco mil templos promoverá “los proyectos que el gobierno federal tiene contemplados”, el respaldo al Ejecutivo Federal en la lucha contra las adicciones mediante la difusión de su mensaje religioso, así como, los principios y valores de la Cartilla Moral que circula con la Cuarta Transformación. ¡No debió morir Benito Juárez!
Por Pulpo Santo

El 21 de febrero y el 13 de marzo de 2019 en Palacio Nacional el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador se reunió con integrantes de la Cofraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), presidida por Arturo Farela que mantiene una relación cercana con López Obrador, desde 2012 le ha expresado su apoyo, en actos públicos, ceremonias religiosas y declaraciones lo reconoce como un presidente cristiano que promueve una transformación moral.
En entrevistas para diversos medios el representante de la jerarquía religiosa evangélica informó sobre acuerdos y resultados relevantes de las reuniones. La colaboración de la institución religiosa que en al menos cinco mil templos promoverá “los proyectos que el gobierno federal tiene contemplados”, el respaldo al Ejecutivo Federal en la lucha contra las adicciones mediante la difusión de su mensaje religioso, así como, los principios y valores de la Cartilla Moral que circula con la Cuarta Transformación.
Farela señaló que para impulsar las acciones mencionadas, el Presidente de la República instruyó a su equipo para facilitar el acceso de sus Ministros de Culto a los penales y realizar las reformas que se requieran para que las Iglesias Evangélicas puedan obtener concesiones de radio y televisión, concesiones restringidas desde el 15 de julio de 1992 por la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, fundamentada en el principio histórico de la separación entre las Iglesias y el Estado y la libertad de creencias religiosas.

Es importante recordar que durante los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y Benito Juárez, entre 1855 y 1863 se proclamaron y establecieron ideas liberales que fueron plasmadas en las Leyes de Reforma, las cuales restringieron el fuero a eclesiásticos y a militares para que pudieran ser juzgados por el Estado, impulsaron la separación entre el Estado y la Iglesia al exigir a esta última no intervenir en asuntos y decisiones del gobierno, nacionalizaron bienes del clero, prohibieron la imposición religiosa y promovieron la libertad de culto. El Vaticano rompió relaciones con el Estado Laico que estableció el gobierno mexicano.
La Constitución de 1917 defendió la educación laica y gratuita e impuso restricciones a los Ministros de Culto al prohibirles ocupar cargos públicos e inducir a los ciudadanos el voto por determinados candidatos y partidos. Nueve años después, la injerencia progresiva del Estado en asuntos internos de la Iglesia provocó la Guerra Cristera (conflicto que duró tres años), en el que la jerarquía Católica (obispos) incitó a los creyentes (cristeros, en su mayoría campesinos) que se levantaran en armas contra maestros rurales y militares durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, en contra de la intolerancia y para exigir el reconocimiento de su personalidad jurídica y libertad religiosa, con un saldo humano de alrededor de 250,000 muertos, el episcopado y el gobierno acordaron la paz mediante una negociación entre élites que no debilitó el conflicto, durante la presidencia del Gral. Lázaro Cárdenas surge la Segunda Cristiada (1934-1938), en contra de la educación socialista que confronta a maestros rurales y cristeros.

Los expresidentes Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo comenzaron a restablecer contacto con el Vaticano, tuvieron acercamiento con el Papa Pablo VI en 1974 y con el Papa Juan Pablo II en 1979, respectivamente. Es hasta 1990 que Carlos Salinas de Gortari reanuda la relación diplomática recibiendo al pontífice en un magno evento aprovechado, tanto por Salinas como por Juan Pablo II, para mejorar su imagen personal y fortalecer su capital político, el primero, aunque resentía la polémica de la opinión pública por su cuestionable triunfo electoral en 1988 mantuvo la estabilidad política del país hasta concluir su administración, el segundo, se posicionó como un líder carismático global, en su longevo pontificado logró combatir al comunismo en el contexto mundial de cambios profundos durante la Guerra Fría.
México y el Vaticano permanecieron distanciados por más de un siglo, Salinas modernizó la relación entre el Estado y la Iglesia Católica, además de recibir a Juan Pablo II, envío un representante personal a la Santa Sede y reformó la constitución para otorgar personalidad jurídica a las Iglesias y permitir el voto de los ministros de culto.
Los antecedentes históricos del uso de símbolos sagrados en la nación han logrado unificar y dar identidad a una sociedad multicultural, sin embargo, también han generado condiciones de riesgo y violencia ante sucesiones políticas locales, regionales y cambios de régimen.
México fue útil a los propósitos geopolíticos del Vaticano, Juan Pablo II lo visitó en cinco ocasiones (1979, 1990, 1993, 1999 y 2002), en 1990, durante su segunda visita, Sabritas, compañía propiedad de Frito-Lay, realizó una campaña publicitaria de promoción usando la imagen del sumo pontífice y de la Virgen de Guadalupe, aparecían en calcomanías coleccionables al interior de sus productos. Después de un proceso de Beatificación que comenzó el 28 de abril de 2005, el 27 de abril de 2014, Juan Pablo II fue canonizado.
Es necesario comprender la construcción social de identidad, bajo el dominio de instituciones que ejercen control político desde un contexto religioso, conocer su devenir histórico para evitar que el fanatismo se convierta en odio y violencia. Los antecedentes históricos del uso de símbolos sagrados en la nación han logrado unificar y dar identidad a una sociedad multicultural, sin embargo, también han generado condiciones de riesgo y violencia ante sucesiones políticas locales, regionales y cambios de régimen.
En el transcurso del tiempo se nos olvida la letra del danzón titulado No debió de morir, del ilustre musicógrafo chiapaneco Esteban Alfonzo García, que dice: “Juárez no debió de morir, ¡ay!, de morir / Porque si Juárez no hubiera muerto, todavía viviría… Porque si Juárez no hubiera muerto, todavía viviría / ¡Otro gallo cantaría! / la Patria se salvaría / México sería feliz / ¡ay!, muy feliz!”
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