DANDYS Y CÍNICOS
De la mafia en el poder a el hampa del periodismo
«La Mafia en el Poder» ya desapareció de las frases rimbombantes del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y ahora escuchamos estas nuevas y peligrosas como: «El Hampa del Periodismo». No sé ustedes pero al final creo en eso que ya se ha dicho: «Por sus notas—y cara de chayote o no— los conoceréis».
Por José Antonio Monterrosas Figueiras

En estos días las listas promovidas desde el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador salen como tickets del supemercado: largas y con cifras altas. Las hay de los empresarios que supuestamente les condonaron impuestos en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto y también de periodistas «chayoteros», antes, claro, de la Cuarta Transformación.
La lista parcial de periodistas y empresas de comunicación — parcial porque sólo están mil millones y no los treinta mil millones que se destinaron para publicidad gubernamental entre 2013 y 2018 en este rubro— publicada por el diario Reforma esta semana, divulgada por Presidencia de la República, puede tener sus paradojas.
De los 36 periodistas y empresas de comunicación que recibieron dinero están (redondeando cifras), por ejemplo, Joaquín López Dóriga y medios digitales que dirige, con alrededor de 250 millones de pesos, Federico Arreola y su SDP, con 150 millones o Enrique Krauze con 144 millones, para Clío y Letras Libres, pero también están el portal de noticias Animal Político, que adquirió casi 8 millones de pesos, más otros 37 millones, en donde aparece el nombre del director de ese sitio, Daniel Moreno, en conjunto con otros comunicadores.
Leo en el muro del documentalista michoacano (no tan malo) y cantante (más o menos) Alberto Zúñiga un chiste que dice:
-Hijos, no estudien periodismo… ¡Se van a morir de hambre! O los van a matar.
-Mamá, te voy a demostrar todo lo contrario. Seré millonario… y me haré amigo del gobierno en turno.
Diálogo entre Joaquín López-Dóriga (o algún chayotero de la gran lista publicada ayer por reforma.com) y su madre.
La respuesta a su broma no se hace esperar. Ahí está la del periodista Francisco Valenzuela: «No todos los de esa lista son necesariamente chayoteros y faltan muchos que, curiosamente, fueron omitidos. Pero bueno, de que López Dóriga tienen cara de chayote, ni cómo discutirlo». Yo también apunté algunas ideas ahí que me llevaron a una extensa e interesante discusión con el también documentalista Alfredo Estrada.
No dije que López Dóriga tiene cara de chayote —que ahora que lo veo, ni cómo discutirlo—, sino que creo que es perverso que esta información salga por partes: «En esa lista están medios y periodistas que de manera legítima gestionaron y consiguieron convenios de publicidad, que el congreso autorizó para que el ejecutivo aplicara. Que puede ser inmoral es otra cosa. Además ahí están sólo mil millones de pesos de recursos públicos, de los 30 mil millones ejercidos. En dado caso que saquen la lista completa y que dejen de dosificar perversamente la información. Que saquen la lista completa y para acabar pronto, que traigan a rendir cuentas a Enrique Peña Nieto. Esa debería ser la exigencia mayor en este país de un presidente que habla demasiado».
De ahí Alfredo Estrada puso algunos comentarios, rescato sólo algo porque son extensos: «Por más que quieran verlo como legal o inmoral la verdad es que es un robo usar el dinero público para engañar al propio pueblo. No creo que sea necesario traer a Peña a rendir cuentas sobre este asunto, es más placer ver cómo se están derrumbando algunas de estas empresas por falta de chayote como Televisa». Agregaría aquí que yo no me refería a que traigan a Peña Nieto por este tema, sino por cualquier otro, que sabemos que sobran, pero pareciera que hay un pacto de impunidad que dice: a la cabeza no y barra las escaleras de abajo y hasta la mitad.
En este caso en particular, no tanto en el de López «Cara de chayote» Dóriga, aplicaría esa famosa frase del ex presidente José López Portillo de: “no pago para que me peguen”, aunque algunos ahora argumentan que hay que «pegar para que te paguen». Si ese dinero público sirvió para que caminara esa investigación llamada «La Estafa Maestra», pues más dinero y repartido de una manera más equitativa y sin discrecionalidad a medios que les pagan para que le peguen al gobierno, ¿no?
Habría que decir entonces que todos estos recursos económicos fueron aprobados por el congreso y el poder ejecutivo encabezado por un tal Enrique Peña Nieto, ahora ex presidente de México, y que es muy común que periodistas y medios de comunicación concursen en esto, sería interesante no sólo ver la lista de medios que son apoyados por gobierno federal, sino por gobiernos estatales, nos daríamos cuenta que hasta las revistas más «contraculturales» comen de ahí y que sus editores también tienen cara de chayote, pero no son chayoteros. Es digamos inmoral, más no ilegal.
Así pues, la paradoja en todo esto sería, por ejemplo, que Animal Político hubiera utilizado ese recurso —de manera directa o indirecta— para la investigación de gran calado: «La Estafa Maestra» —realizada repito, por el sitio Animal Político en conjunto con Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad y esos que están en chiquititititito y al final de la investigación sin sus fotos como el resto, pero que fueron fundamentales pues fueron digamos la mano de obra y los pusieron en el sitio por la presión que ejercieron ellos mismos cuando se publicó esa investigación, me refiero a los becarios del Programa Prensa y Democracia (PRENDE) de la Universidad Iberoamericana. «La Estafa Maestra» es pues, una gran denuncia en la que demuestran que el gobierno federal, encabezado —repito— por Enrique Peña Nieto, usó 128 empresas fantasma para desviar recursos millonarios. Acá la pueden ver con calma, incluso hay un cómic.

En este caso en particular, no tanto en el de López «Cara de chayote» Dóriga, aplicaría esa famosa frase del ex presidente José López Portillo de: “no pago para que me peguen”, aunque algunos ahora argumentan que hay que «pegar para que te paguen». Si ese dinero público sirvió para que caminara esa investigación llamada «La Estafa Maestra», pues más dinero y repartido de una manera más equitativa y sin discrecionalidad a medios y periodistas que les pagan para que le peguen al gobierno, ¿no?
Mi opinión es que debería acabarse con esto de repartir dinero a las empresas de comunicación y de nuevo, insisto, ya traer a Enrique Peña Nieto a rendir cuentas, primero antes que al resto, traerlo ya, porque a mí me dice mucho de lo que es este gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el que se dicen verdades a medias, igual que los anteriores y tal pareciera, insisto, que hay un pacto de impunidad de a los de arriba no, es decir, de no barrer las escaleras de arriba para abajo, como dijo en campaña el presidente actual de México, y quien llamaba al gobierno, cada vez que podía, «la Mafia en el Poder». Ahora eso ya desapareció en su vocabulario rimbombante y escuchamos estas nuevas y peligrosas frases como: «el Hampa del Periodismo». No sé ustedes, pero al final como se ha dicho: «Por sus notas —y cara de chayote o no— los conoceréis».
Aquí la lista de varios que no son chayoteros, pero que sí tienen cara de chayote o al revés o ambas dos:




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José Antonio MonterrosasFigueiras es editor cínico en Los Cínicos, ha colaborado en algunas revistas de crítica cultural.