A VECES ME DESPRECIO

Xolo el perro, escritores de mediano pelo y otros conciertos

A este educado y sofisticado público, que llenó tres cuartas partes el foro de conciertos de La Condesa, les digo que me dio la sensación de ser parte de una crónica de adorados hipsters deprimidos suicidas, yendo hacia la tercera edad, narrado por escritores de mediano pelo, tratándose de ganar la vida en una etapa sociopolítica atroz, en el que impera la inseguridad, la falta de trabajo y la incertidumbre de masas.

Por Félix Morriña

Elbow cantó 90 minutos más encore, fue un recital de nivel. Foto: Ingrid Concha.

Cuando me percaté, ya estabas haciendo guardia en mi nuevo hogar de adobe, cual casa-temazcal, ombligo luna querido “Tonatihu, El Xolo”. Tu padre nos hizo la noche, al decirle al útero que albergo por espacio sideral, “pequeña galería de arte”, en presencia de un nuevo colega melómano amigo, quien hizo la última mudanza de mi esencia ambulante hasta el “Pueblo Mágico” de Metepec, en mi nuevo regreso al seno. “Tonatihu, El Xolo”, haciendo guardia, dándonos lomo por vista, levantaba orejas y poco mohicano pelo ramplón, oyendo a su dueño hablar de la armonía con la que te recibe Casa Morriña.

Tras darte la bienvenida a mi hogar Tonatihu, dispuse periódicos para contrarrestar el intenso frío del altiplano mexiquense, a media hora de la capital del Estado de México, Toluca, donde el clima no es nada propicio para un perro de energía ancestral, como tú. Careces de pelo, tu aparente delicado fantasmal caparazón, hace que muchos piensen que eres ornamento, pero bien sabes perro adorado en la cordillera andina que llega hasta la Patagonia, tras ser guardia en Machupichu, que eso es una fachada, porque sobrevives en las más extremas condiciones. ¡Ahora mismo, debes aguantar las temperaturas bajo cero, Tonatihu!

La energía es otra en casa, lo digo porque pude escribir con tanto frío esta nueva entrega, perro de energía ancestral. Lograste que pudiera resolver el dilema periodístico literario en el que estaba enfrascado. Al mesar tu pequeño cuerpo sin pelo, viendo la calle medianamente transitada por transeúntes y vehículos diversos, me sentí afortunado del momento, porque no todos los días tienes un xoloitzcuintle cuidando tu casa al menos por tres horas en la noche. Aunque seas tamaño “toy”, ayudaste a estar calmo, luego del estrés de pagar y pagar y pagar algunas deudas. ¡No hay circulante en esta 4T!

Elbow, sostenidos por un poético hilo conductor

Más Elbow para un puñado de adorados hipsters deprimidos suicidas. Foto: Ingrid Concha.

Querido “Tonatiuh, El Xolo”, me hiciste recordar lo agradecido que estoy con todos y cada uno de mis amigos, colegas, cómplices, camaradas y amigos que hicieron posible fuera al concierto de la banda británica Elbow a El Plaza Condesa la semana pasada, en la que el grupo liderado por el cantante y compositor Gy Garvey; el guitarrista Mark Potter; el tecladista Craig Potter; el bajista Pete Turner y el baterista Richard Jupp, complaciera a un significativo puñado social de hipsters deprimidos de la Ciudad de México, sostenidos por un poético hilo conductor que busca, ante todo, conciencia entre su fina audiencia.

Elbow es una banda que atrae sobremanera a los entes que traen para gastar de forma moderada, pero constante.

A este educado y sofisticado público, que llenó tres cuartas partes el foro de conciertos de La Condesa, les digo que me dio la sensación de ser parte de una crónica de adorados hipsters deprimidos suicidas, yendo hacia la tercera edad, narrado por escritores de mediano pelo, tratándose de ganar la vida en una etapa sociopolítica atroz, en el que impera la inseguridad, la falta de trabajo y la incertidumbre de masas. Elbow cantó 90 minutos más encore, fue un recital de nivel, para un público adulto contemporáneo tratando de mantenerse a flote y no dejar estos gustos de lado, porque Elbow es una banda que atrae sobremanera a los entes que traen para gastar de forma moderada, pero constante. ¡Dejó buen sabor de boca!

El refinado gusto por Kamasi Washington

El próximo jueves 23 de enero, a las 21 horas, El Plaza Condesa será el escenario para que el genial saxofonista de jazz Kamasi Washington nos deje con la boca abierta por el nivel de calidad con el que este hombre genio procede en vivo y en directo. Si sus grabaciones te dejan con más ganas de seguirte la noche escuchando una y otra vez su música, en vivo es otra cosa.

No lo he visto en vivo, pero me la he pasado días observando el poder musical de este master casi cuarentón en distintos videos de conciertos funk rock jazz, como recitales de alcurnia orquestal para festivales culturales anuales gratuitos mexicanos y algunas sonoridades para proyectos fílmicos urbanos arrabaleros, donde la negritud marca territorio identitario. Kamasi Washington lleva a cabo su proyecto de vida sonora a latitudes donde muy pocos hoy día logran llegar, es un digno ejemplo a seguir en el andamiaje jazzístico universal. Si tiene oportunidad, no deje de ir, ¡no se arrepentirá!

Bauhaus, el anhelado regreso

He tenido el privilegio de haber estado en dos ocasiones en los conciertos de Bauhaus en México: la primera vez que tocaron en suelo azteca fue en el extinto Cine Ópera de la colonia San Rafael en octubre de 1998 y en noviembre del 2005 en el Palacio de los Deportes. En ambas ocasiones estuve rodeado de gente muy querida y bien formada en el mundo del rock gótico de la época. Bauhaus es una especie de amuleto para este interlocutor, pero más su vocalista Peter Murphy en su etapa solista, a quien he tenido oportunidad de ver casi todas las veces que ha venido a este país a tocar.

Si bien, Bauhaus ya era cosa del pasado en la escena internacional cuando vino por vez primera a México en 1998, para nosotros, la raza de bronce no; nadie iba a dejar pasar el concierto de una de las bandas más emblemáticas del rock gótico del mundo de la década de los años 80 del siglo XX, como sucede ahora que ya están agotados los boletos para su “última” presentación en México, el próximo martes 28 de abril en el Frontón México. Cada vez que en México se menciona la presencia de Bauhaus, ocurre el fenómeno de masas de la pronta adquisición de los caros boletos (oscilan desde los mil 500 a dos mil 500 pesos), por lo que se pronostica un histórico suceso musical.

Celebremos entonces, la llegada de Peter Murphy (cantante), Daniel Ash (guitarrista y saxofonista), Kevin Haskins (baterista) y David J. (bajista) a la CDMX para interpretar memorables rolas como “In The Flat Field”, “Hollow Hills”, “God in an Alvove”, “Kick in The Eye”, “The Passion of Lovers”, “She’s in Parties”, “Dark Entries”, “In Fear of Fear” y “Crows”, así como los covers “Severance” de Dead Can Dance, “Telegram Sam” de T. Rex y “Ziggy Stardust” de David Bowie, ¡papito de todos!

¡Nos vemos en breve!

¡Gracias a “Tonatihu, El Xolo” por haber donado sagrada energía!

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Dandy pero punk.

Félix Morriña es periodista y promotor ex etílico-neo canábico cultural. Columnista en Impulso, Semanario Punto Revista Ágora. “Este oficio sí es para cínicos”, podría ser el título de su libro de crónicas culturales.